SUMMARY
In this essay, I propose a pattern of development of the educational system, beginning with the focus that the education is the basis of the development and progress of the country.
The analysis is based in the model of education that should be installed in Venezuela in order to promote the human, social, and economic develoment. I begin the layout with an explanation of the actual situation of education, and the crisis in teaching. I here criticize the policies used, and the failures of them in the ful fillment of a grouth of the human resource.
I also criticize the democratization of education, wich in the last three decades has not succeeded in soluing the problems of the low quality of teaching, the curriculular inefficiency, and the inefficacy in the attainment of a proactive attitude.
I also analyze the change of the educator´s attitude, and the answers to education proposed by the national government in the year 2000.
Once I have described the situation in which the country runs through regarding to education, I focus the kind of mechanized teaching, perceiving indistinctly its low capacity to create reflexive human beings, who will contribute with their giving, to the progress of their lives and of their country.
Inmediately I focus the mechanisms of an education for progress, where I describe the actual curricular content, and give some alternatives for a new focus that allows the integral fulfillment of the human being. In these new contents the attention to values and culture, the transformation of the topic of language, an arrangement of the most important knowledges which humanity has had, as well as the latest method of the development of the abilities of the mind and its precept “learn to learn” stand out.
I describe, as well, the expansion of teaching and of mind, though the methods of mental maps and the develoment of cortical abilities.
At last, I propose new alternatives to transform the educational reality and to connect it to the learning for live. Here, the model of innovating classes highlights, seen from the development of the emotional understanding, to integrate the school system knowledge to a knowledge for the evolution of the human being.
In this section I stand out the concept of multiple intelligences too, which refers to the creation of the professional profile of the student to obtain in him or her a learning though flow states, which allows him o her to develop his or her natural abilities.
The transformation of education demands, in addition, new alternatives of pedagogic guidance, which lead the educator to a change in his attitude. These are formulated to the attainment of human virtues and abilities, to incentivize team work, to motivate a high spirit, a respect for the values, and ack nowledgement of the intellectual abilities of the students, likewise, will allow to canalize the domain of instinets, to obtain an enhancement of human relationships, to eliminate envy and to particepative work.
Finally, I expose a new performance of the teacher based on a curricular change. Here I obtain a behavoir though the elimination of the rigid teaching structures by a model which allows to discover knowledge, method best known as “learn to learn”, seen though the development of the cognitive process.
I focus, as last alternative, the develoment of the communicative abilities of the teacher, where I value the freedom of expression, and where the process of retro nourishment, is allowed, which are the basis of the real teaching.
As a reflection, I conclude tha the rigid structure of the actual aducational system, does not allow the participation of its members, that´s why the new strategies can not be thought without having a perfectly prepared human resource, identified with the changes, first.
I focus then the necessary design of social policies which transform the society, and that allow the participation of the media for their trransforming power. I also give importance to a new pedagogic process, based on humanism and to an inevitable component, love, which will impulse the care of the teacher for the formation of the student, to obtain in him, or her, a self.evaluation, which is a key requirement to measure his or her effectiveness.
RESUMEN
En este ensayo se propone un modelo de desarrollo del sistema educativo, partiendo del enfoque de que la educación es la base del desarrollo y el progreso de un país.
El análisis se centra en el modelo de educación que debe implementarse en Venezuela a objeto de impulsar su desarrollo humano, social y económico. Se inicia el planteamiento con una explicación de la situación actual de la educación y la crisis de la enseñanza. Aquí se critica las políticas implementadas y los fracasos de las mismas en el logro de un desarrollo del recurso humano.
Se hace también una crítica a la democratización de la educación, la cual en las últimas tres décadas no ha logrado resolver el problema de la baja calidad en la enseñanza, la ineficiencia curricular y la inefectividad en e logro de una actitud proactiva. También se analiza el cambio de actitud del educador y las soluciones a la educación propuestas por el gobierno nacional en el año 2000.
Una vez descrita la situación por la que atraviesa el país respecto a la educación, se enfoca el estilo de enseñanza mecanizada, vislumbrándose en ésta su poca capacidad de crear seres reflexivos que contribuyan con su aporte al progreso de sus vidas y del país.
Seguidamente se enfocan los mecanismos de una educación para el progreso, donde se describen el actual contenido curricular y se dan alternativas para un nuevo enfoque que permita la realización integral del ser humano. En estos nuevos contenido destacan la atención a los valores y la cultura, la transformación en la temática del lenguaje, una formación en los conocimientos más resaltantes que ha tenido la humanidad, así como el novedoso método del desarrollo de las habilidades del pensamiento y su precepto “aprender a aprender”. Se describe asimismo, la expansión de la enseñanza y la mente a través de la metodología de los mapas mentales y el desarrollo de las habilidades corticales.
De último, se plantean nuevas alternativas para transformar la realidad educacional y conectarla al aprendizaje para la vida. Aquí destaca el modelo de clases innovadoras, vistas desde el desarrollo de la inteligencia emocional, para integrar el conocimiento escolar con un conocimiento para la evolución del ser humano..
En esta sección se destaca también el concepto de inteligencias múltiples, que refiere la creación del perfil vocacional del alumno para lograr en él un aprendizaje a través de los estados de flujo que le permitan desarrollar sus capacidades naturales.
La transformación de la educación exige además nuevas alternativas de orientación pedagógica que lleven al educador a un cambio en su actuación. Estás están concebidas al logro de las virtudes y habilidades humanas, incentivar el trabajo en equipo, motivar un espíritu de superación, el respeto a los valores y el reconocimiento de las capacidades intelectuales de los alumnos. Asimismo, permitirán canalizar el dominio de los instintos, para lograr un realce en las relaciones humanas, la eliminación de la envidia y el trabajo participativo.
Finalmente se expone una nueva actuación del docente en base a un cambio curricular. Aquí se logra un comportamiento a través de la eliminación de las estructuras rígidas de la enseñanza por un modelo que permita el descubrir el conocimiento, método mejor conocido como “aprender a aprender”, y visto a través del desarrollo de los procesos cognitivos.
Se enfoca como última alternativa el desarrollo de las habilidades comunicativas del docente, donde se valore la libertad de expresión y se permita el proceso de retroalimentación, base de la verdadera enseñanza.
A manera de reflexión se concluye en que la estructura rígida del actual sistema educativo no da paso a la participación de sus miembros, razón por la cual las nuevas estrategias no pueden ser pensadas sin antes tener un recurso humano perfectamente preparado e identificado con los cambios.
Se enfoca entonces el necesario diseño de políticas sociales que transformen la sociedad y que permitan la participación de todos los medios de comunicación por su poder transformador. También se da importancia a un nuevo proceso pedagógico,
sustentado en el humanismo, y a un componente ineludible, el amor, el cual impulsará la preocupación del docente por la formación del alumno para lograr en éste una autovaloración, requisito clave que mide su efectividad.
HACIA UN NUEVO MODELO EDUCATIVO
APRENDIZAJE PARA EL DESARROLLO
“Imagino un mundo en que la educación incluirá como rutina el inculcar aptitudes
esencialmente humanas como la conciencia de la propia persona, el autodominio y la empatía, y el arte de escuchar, resolver conflictos y cooperar.”
Daniel Goleman
No hay desarrollo sin educación. La evolución de las sociedades está ligada al desarrollo de su sistema educativo, y en éste se consolida el bienestar de un país. La educación representa una de las instituciones básicas tan esencial como el sistema político o el económico.
Pero en Venezuela la educación se encuentra anclada en el pasado y aún no consigue adaptarse a los vertiginosos cambios de las sociedades actuales. Han sido muchas las teorías propuesta para lograr el desarrollo de los países a través de la educación. Entre las ideas de desarrollo que maneja la CEPAL figuran las teorías sociológicas de desarrollo social, en las cuales se ha analizado el papel de la educación para el logro del mismo.
Sin embargo, en América Latina y en el país que nos compete, Venezuela, en estos últimos tiempos la expansión de la educación se ha hecho efectiva sólo en desmedro de la enseñanza, y el uso de las capacidades del sistema educativo ha sido poco eficiente.
De acuerdo a análisis sociológicos de Enzo Faletto, esa crisis se ha hecho evidente en América Latina sobre todo en la educación básica. En cuyo nivel se registran elevadas tasas de ingreso tardío, repetición, bajos niveles de rendimiento, deserción temporal y definitiva prematura. Se presenta además, una fuerte segmentación lo cual agrava la inequidad social, cuyo deterioro escapa a la capacidad de acción del Estado y repercute en una crónica escasez de recursos materiales y humanos.
Aunado a esta crisis educacional se presentan deficiencias en la enseñanza. Los programas de estudios están saturados de contenidos, que una vez copada la memoria sensorial, son olvidados rápidamente. Además, no se ha tratado de desarrollar la formación del estudiante ni modelado su crecimiento personal, que le permita proyectarse como ser humano, para enfrentar los retos y ser un individuo más participativo en las soluciones que el país requiere.
Esta propuesta es un aporte al bienestar del país a través de cambios en el modelo educativo. Se expone el papel determinante de la educación, vista bajo un nuevo enfoque, gradual y participativo, donde se registre una revolución en los contenidos programáticos que permitan el desarrollo pleno del hombre en sus capacidades de análisis y creatividad, aspectos esenciales para una nueva realidad que conlleve a la plena evolución del hombre y del progreso de la sociedad.
Nos ubicamos en la situación actual de la educación haciendo un breve recuento histórico de los cambios que ha sufrido el sistema, para hacer un análisis crítico de los resultados obtenidos que están obligatoriamente ligados a la comunicación, tanto organizacional como interpersonal, ya que ésta es la esencia del ser humano. reflejo de su actitud y propulsor de cualquier cambio.
Análisis de la Sociedad Venezolana.
El progreso de una nación depende de su gente, de toda, no de una minoría privilegiada. Ninguna nación puede asumir cambios de crecimiento y transformación, si no cuenta con un recurso humano preparado adecuadamente para plantearse, planificar y enfrentar retos decisivos para lograr una mejor calidad de vida. Venezuela lamentablemente no ha logrado todavía darle a su capital humano la atención que merece y que el país en su totalidad demanda, para lograr el desarrollo a través del bienestar de su población.
Ubicamos el desarrollo como la ampliación de las oportunidades de los individuos para desplegar sus capacidades. Por ello referimos el concepto de Francois Perroux sobre desarrollo “es la combinación de cambios mentales y sociales de una población que la vuelve más apta para hacerla crecer. En la medida que una población asuma o considere la importancia y la necesidad de su desarrollo, así será su crecimiento desde todos los ángulos de la vida”
También es importante aquí tomar las palabras de Peter Drucker, referidas por Osorio (1997:89) cuando expresa que en la sociedad del siglo XXI “el verdadero recurso y factor de producción absolutamente decisivo no es ya ni el capital, ni la tierra, ni el trabajo, es el conocimiento”. Esto significa que las transformaciones que requieren y exigen los países en vías de desarrollo tienen y deben ser asumidas por gente preparada, dispuesta, interesada, convencida en lo necesario de su participación para, no sólo recibir políticas o programas de ayuda social, sino liderizar esos cambios con actitud comprometida de participación activa.
Al referirnos a la educación no es solamente a la formal, la que se recibe en un salón de clases, aunque ésta lógicamente es muy importante, pero también es decisiva la formación que se recibe en el hogar, en la sociedad. Recordemos que un gran número de venezolanos no tienen acceso a la escuela que, según el plan de acción del Ministerio de Educación (1995) apenas el tercio de los alumnos que ingresan al primer grado, logran culminar su educación básica y que cada año escolar, un sexto de todos los alumnos del sistema debe repetir el curso, que son muchísimos los jóvenes hombres y mujeres, que debido a la gran descomposición social se ven obligados a asumir obligaciones familiares, a muy temprana edad. Queda entonces la familia, los medios de comunicación como reforzadores de valores, de enseñanza ciudadana, de transmisión de deberes y derechos y más que nada el aprendizaje con el ejemplo.
Situación de la Educación
. Al hacer un análisis de la educación en Venezuela hay que reconocer que en las últimas tres décadas ha habido un esfuerzo significativo, aunque son muchas las críticas que se continúan haciendo. Después de la época de la dictadura el país se estableció como meta democratizar la educación, llevar a todos los sectores la posibilidad de ingresar al sistema educativo.
Para 1961 el analfabetismo afectaba más de un tercio de la población mayor de catorce años y la cobertura de la educación primaria no superaba el 73% de los niños entre 7 y 14 años. Se desarrolló, entonces, un esfuerzo importante de alfabetización y de expansión de la educación primaria y media. Para 1971, la matricula de educación primaria había crecido en 68% y la educación media en 36.5%.(Navarro y Piñango 1997:2)
En esos diez años de democracia se crearon 7 instituciones de educación superior y el número de alumnos en este nivel creció en 34%. Para 1990 el impacto de esta expansión se observa nítidamente en el perfil educativo de la fuerza de trabajo. De menos del 2% de la fuerza de trabajo con educación superior en 1961, pasamos a más del 12%, mientras el analfabetismo se reducía del 48% al 8%, en el mismo lapso.
Para el periodo entre 1984 y 1988 la matricula en educación superior aumentaba con mayor velocidad que las posibilidades de la economía, para generar empleo y para esa fecha, según reportan Granell y Parra (1999:13), “la formación técnica y profesional pese a lo esfuerzos realizados hasta la fecha, no se ajustaba aún al comportamiento del mercado laboral”. Lo que quiere decir que ya se criticaba que las instituciones educativas no estaban satisfaciendo las necesidades del país, en cuanto a la formación de personal y que se comenzó a generar mano de obra desempleada, porque la cantidad de egresados era mayor que la demanda.
Otra situación fue que la democratización trajo consigo el problema de la masificación y con ella la baja calidad. En el VIII Plan de la Nación, presentado al país en 1989, se planteaba la reforma del sector educativo alegando, entre otras cosas que: “El proceso de masificación de la enseñanza, ha producido un desmejoramiento de la educación”. Otro punto importante en ese documento es que “la educación se ha centrado en su función informativa, dejando de lado la formativa”.
A pesar de los esfuerzos que se han hecho en materia educativa para mejorar el proceso son muchos los autores que la han criticado, hasta el propio Ministro de Educación, Antonio Luis Cárdenas, en 1982 la calificó como “un gigantesco fraude, con respecto a las expectativas del país en cuanto a instrumento de democratización, progreso y modernización de la sociedad”. Finol (2000:145) señala que la crisis se pone de manifiesto por no permitir la prosecución de estudios, bajo rendimiento escolar y a que los recursos humanos no responden a las necesidades y requerimiento del país.
Lo que es más grave aún, Finol (2000:180) expresa que “no sólo fracasan los que abandonan los estudios sino los que culminan la educación media, por cuanto en su mayoría están mal capacitados con relación a sus habilidades intelectuales”. Muchos son los factores que se presentan como causas de este grave problema, que no permite al país avanzar hacia las demandas de su sociedad: una educación centrada en la formación de profesionales comprometidos con el crecimiento personal y el despliegue de la economía través del concurso de todos y con las herramientas y capacidades suficientes, para afrontar los conflictos y aportar soluciones adecuadas.
Antonio Francés (1999:227) aclara el panorama cuando explica que “La educación es un factor ignorado detrás de los éxitos del desarrollo. El tanto sabes, está sustituyendo al tanto tienes para determinar cuánto vales”. Además afirma que casi todos los países que han logrado un crecimiento económico espectacular habían alcanzado previamente un elevado nivel educativo. Con respecto al país, el autor citado, informa que para 1997 los egresados de educación superior eran del diecisiete por ciento, de educación media era veintiún por ciento, cincuenta y seis por ciento con algún grado de primaria y seis por ciento sin nivel de instrucción.
En este sentido, otra reflexión importante es la de Mario Kaplun (1998) cuando dice: “Los regresivos saldos de esta educación individuada son suficientemente evidentes: de estudiantes educados en y para el silencio cabe esperar ciudadanos pasivos y no participativos”. Estas palabras son reforzadas por la realidad y por muchos otros estudios. Nuestra educación está plagada de contrastes, mientras en primaria y secundaria se exige silencio, compostura y atención a lo que el maestro explica, en el nivel superior se espera y exige participación y aporte del alumno y sabemos que para poder desarrollar al país se requiere que la comunidad se involucre, que sea actor.
Como se puede ver el número de estudiantes que ingresa al sistema educativo ha aumentado, pero queda mucho por hacer para retener a los estudiantes en el sistema hasta la culminación de sus estudios y, sobre todo, para darles una educación de calidad. Según cifras que publica la OPSU, para 1997, el noventa por ciento de los preinscritos, aspirantes a ingresar al nivel superior, tiene un promedio de notas de bachillerato cercano a los doce puntos sobre veinte.
En Venezuela se ha creado dos tipos de educación: las de las escuelas privadas y las de las públicas, con un balance de deterioro muy grave para las últimas. Una de las causas de este grave resultado es la continua paralización y pérdida de clases, además de la politización y las malas condicione de la infraestructura. Sin embargo, en ambas se observan ambientes donde no se permite disentir, ni opinar. El alumno debe limitarse a recibir y acumular conocimientos, pero no a producirlos, a pesar de que se plantea el Constructivismo como teoría pedagógica, las estrategias siguen siendo la repetición memorístico, sin mayor búsqueda ni aporte y mucho menos el real proceso de “aprender a aprender”. Bajo estos esquemas es muy difícil que el joven pueda desarrollar su creatividad, su potencial de negociar, conformar equipos y sugerir cambios positivos para sí y para su sociedad.
Con relación a los futuros profesionales y aunado a estas condiciones, Méndez (2000:224) expresa que los estudiantes terminan la carrera y no tienen, la mayoría de las veces un proyecto de vida concreto, porque su realidad está en función de un hacer y en tener bienes materiales, como signo de estatus y éxito. “No está en función del desarrollo de su ser, de su armonía interna, de su carácter frente a las situaciones de la vida”. Y de hecho, el profesional que egresa de nuestras universidades, tiene pocos valores y una crisis de confianza por un sistema educativo que cercena la creatividad, la participación y la capacidad de contribuir con su esfuerzo.
Otra característica del actual sistema educativo es el crecimiento del contenido curricular y aumento de la carga académica, que sólo llena de conocimientos aislados y que no ubica al individuo en su realidad. Por el contrario, se impone la necesidad de desarrollar las capacidades
Intelectuales y el desarrollo de actitudes dirigidas al cambio, al trabajo emprendedor y en equipo, así como la confianza en sí mismo.
Al analizar la efectividad o no del sistema educativo, y sobre todo de la sociedad, en la formación de personas con actitud proactiva es interesante el estudio de Granell (1997:87) quien da las siguientes características del venezolano: “nuestra cultura tiende a no enseñar ni a reforzar la asertividad, es decir, el derecho que tiene y debe ejercer la gente para exponer su punto de vista sin irrespetar el del oponente”. Ello hace que nos cueste dar retroalimentación a un empleado, llamar la atención cuando las cosas no se han hecho bien o defender nuestro punto de vista frente a la autoridad. Aquí surge una pregunta ¿podrá una persona con estas características participar espontáneamente en proyectos sociales para solucionar sus problemas? ¿defenderá sus deberes ante algún organismo?
La misma autora explica que “En Venezuela hay dos grandes males: la falta o distorsión de valores, lo cual lleva a la corrupción y la indolencia. A la gente no le importa nada, nos hemos adaptado a las cosas mal hechas, a llegar tarde, a no cumplir” (1997:119. A esto agrega que aprendemos no sólo por experiencias propias, sino también de los acontecimientos o conductas de otros. Esto se ha llamado modelaje. De hecho, se sabe que los maestros son modelos para sus alumnos.
Este punto es clave para plantearse el cambio de la actitud y conducta del educador que tendría que dejar de comunicar con un lenguaje negativo mostrando apatía ante la clase, el sistema, el director, el atraso del pago o hasta sus problemas familiares, que frecuentemente son llevados al aula con frustración y desgano, lo que es sentido y copiado por el niño. Recordemos, además, que la labor de educar no es exclusiva de la escuela. También son modelos los integrantes del núcleo familiar. Las conductas que prevalezcan en el hogar, son los valores que recibirá el niño como enseñanza para su comportamiento como ciudadano.
Para solucionar los problemas planteados, en el año 2000, el gobierno nacional propuso llevar el número de días de clases efectivos a doscientos por año, regresar al turno completo, dar mayor autonomía administrativa a las escuelas, permitir la adaptación del currículo a las necesidades de cada comunidad, estimular la participación del alumno e involucrar a los padres y a la comunidad en el proceso educativo. Sin embargo, al cabo de dos años los problemas continúan. Más aún son pocos los resultados positivos que ha dado esta reforma educativa que en principio era buena.