Two killers: A Clear Double Standard! (part I).
Two killers were recently in the news. The way the media, our President and our government dealt with the two showed a clear double standard.
Jared Loughner, a madman, killed 6 people in a shooting spree in Arizona, including an attempt to kill a well-known politician, Rep. Gabrielle Giffords.
Kermitt Gosnell, an abortionist in Philadelphia, is accused of 8 counts of murder. He killed thousands more innocents in cold blood, but most of his evil cannot be prosecuted because he destroyed the files.
Whereas Loughner's killing spree lasted seconds and gained him nothing, Gosnell's killing spree spanned three decades, making him millions of dollars.
Loughner's killing spree dominated all media outlets for several weeks. Gosnell's killing spree received hardly a mention, except a brief reference on Fox News and a few lines in a few newspapers.
In Gosnell's case, the Grand Jury concluded that he was given license to kill for over 30 years because, "We think the reason no one acted is because the women in question were poor and of color, because the victims were infants without identities, and because the subject was the political football of abortion." They could have added that many atrocities are carried out throughout the country under the auspices of the "right to privacy" or "a woman's right to choose."
For thirty years, Gosnell induced labor then illegally killed viable babies (after 24 weeks) by cutting their spinal cords with scissors. He called this "snipping" and carried out hundreds (possibly thousands) over the years.
Where is the indignation? Don't feminists care about the exploitation of the young, poor mothers----most of whom were minorities? Does anyone care? Judging by the reaction (or silence) of the media and our government, it appears the answer is "no."
Dos Asesinos: Claramente un standard doble (Parte 1).
Recientemente vimos en las noticias a dos asesinos. La forma en la que los medios de comunicación, nuestro Presidente y nuestro gobierno lidiaron con ambos claramente demostró un standard doble.
Jared Loughner, un enfermo mental, mato a 6 personas en un tiroteo en Arizona, incluyendo con un atentado para matar a la Representante Gabrielle Giffords, una reconocida mujer política.
A Kermit Gosnell, un aborcionista de Filadelfia, se le acusa de 8 casos de muerte. El mato a miles más de inocentes a sangre fría, pero su maldad no se puede someter a juicio porque el destruyo los archivos.
Mientras que la matanza de Loughner duro solo segundos y no le beneficio en nada, la matanza de Gosnell se extendió a tres décadas, dándole millones de dólares.
La matanza de Loughner domino todos los medios de comunicación por varias semanas. La matanza de Gosnell casi no se mencionó, con excepción a una breve referencia en las noticias de Fox y a unas cuantas líneas en algunos periódicos.
En el caso de Gosnell, el Gran Jurado concluyo que a él se le otorgó licencia para matar por más de 30 años porque, ”Nosotros pensamos que la razón por la cual nadie actuó fue porque las mujeres eran pobres y minoritarias, porque las víctimas eran criaturas sin identidades, y porque el sujeto era un juego político del aborto.” Ellos pudieron haber agregado que muchas atrocidades se llevan a cabo a través del país bajo los auspicios del “derecho a la privacidad” o “el derecho de la mujer a elegir.”
Por treinta años, los partos inducidos de Gosnell, ilegalmente mataron a criaturas vivas (después de 24 semanas) al cortarle los cordones de la medula espinal con tijeras. El le llamo a esto “recortes” y llevo a cabo cientos (posiblemente miles) a través de los anos.
Cuál es la indignación? No les importa a las feministas la explotación de las madres jóvenes y pobres—muchas de las cuales eran minoritarias? No le importa a nadie? Juzgando por la reacción (o silencio) de los medios de comunicación y de nuestro gobierno, pareciera que la respuesta es “no.”